AL QUE MADRUGA…

Con el sentido pragmático que lo caracteriza y la puesta en vigencia del diálogo directo, el presidente Santos acometió de inmediato la solución de temas acuciantes de la realidad nacional.

Tras rápida acción, puso fin a las enconadas formas que enmarcaban las relaciones con Venezuela, en acto que mereció la más amplia y positiva reacción en las comunidades de frontera y en el ámbito nacional e internacional. La entrega de los archivos del polémico computador de alias Raúl Reyes al presidente Correa, reafirmó la voluntad de rehacer cuanto antes las relaciones con el Ecuador, y en el plano nacional, la temprana reunión con las Cortes, dio paso a la restauración de unas relaciones respetuosas.

Por otra parte, asuntos como la justa creación del fondo de compensación regional, la reparación a las víctimas de la violencia, la seguridad urbana, la creación de oportunidades de trabajo, la devolución y redistribución de la tenencia de la tierra luego de los atropellos paramilitares, nuevas formas de apoyo para estimular la producción agraria, la profunda reforma al sistema de salud, el fondeo del pasivo pensional, una remozada ley de regalías, la reforma integral a la Justicia, la expedición del estatuto anticorrupción, la revaluación del Peso, la concreción de un aporte significativo para el desarrollo en Ciencia y Tecnología y la ausencia de estudios técnicos completos antes de acometer la ejecución de las obras públicas, constituyen, entre otros, problemáticas identificadas, correctamente diagnosticadas, y sobre las cuales la sociedad espera que se actúe con resolución, prontitud y acierto.

La imagen de su estilo está a la vista. Lo que se expone en el escenario es el ejemplo dado por el Presidente quien, de este modo, traslada a los gobiernos de los países vecinos la responsabilidad de actuar con rectitud y coherencia; y a los magistrados de las Altas Cortes, al Congreso de la República, a sus ministros, y a todo su equipo, el compromiso de responder con igual medida y diligencia, en procura del cumplimiento de esta promisoria Agenda y de sobreponerse a las dificultades de todo orden que prontamente aparecerán.

“Al que madruga, Dios le ayuda”, sentencia el dicho popular; en estos pocos días, ya el Primer Mandatario se ha anticipado con lo que le corresponde.

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