AÚN ES TIEMPO PARA LA ENTEREZA

Para el próximo miércoles se ha convocado a reanudar clases en la UIS y el tema de la reelección del Rector sigue en la palestra pública, ocupando medios locales y nacionales, por la sencilla razón de que no se han resuelto las inquietudes que llevaron a cuestionar su proceder, con motivo de las conversaciones que sostuvo con un supuesto delincuente.

Ha faltado explicación cierta que dé tranquilidad a estudiantes, profesores y a la sociedad misma, dada esa extraña situación, por decir lo menos, en la que desafortunadamente se ha visto comprometida la figura del Rector y, con ella, la prestancia de la Universidad; precisamente, la Institución que por su misión educadora es la más llamada a salvaguardar claros principios y valores que orientan la vida ciudadana.

No se puede salir del paso con evasivas y desvíos de atención para crear falsos problemas, como ha ocurrido con las interpretaciones estrechas sobre el sentido profundo de la Autonomía Universitaria que hoy se intenta reducir a la defensa de una desacertada decisión del Consejo Superior; ó con las versiones de que los políticos regionales se quieren tomar las universidades públicas, pues en Santander este riesgo no ha sido evidente, y, por lo demás, la intervención del gobernador Serpa, es necesario decirlo, ha estado regida por un absoluto respeto a las estructuras de decisión de la Universidad; ó invocar la excelencia de una gestión, por cierto, controvertible.

Tampoco es atinado menospreciar la crítica y pretender acallar las voces que hoy tratan de expresar inconformidad ante esta coyuntura, cerrando las puertas de la Institución. Acaso, ¿es concebible una universidad sin estudiantes?

Y como no se puede garantizar buen suceso de la vida académica sin la base de una respetada gobernabilidad, es de esperar que el Rector asuma con entereza que la vida de la Universidad está por encima de intereses particulares, y se retire temporalmente del cargo para dar espacio a que la Fiscalía y organismos competentes aclaren la responsabilidad de sus actuaciones y la de quienes resulten implicados, poniendo a salvo el principio de autoridad, hoy viciado por todos estos infortunados sucesos, e impidiendo su capitalización por grupos anarquistas. Un fallo favorable permitirá su regreso con renovada credibilidad.

ORGULLOS SANTANDEREANOS

Constituye motivo de verdadero orgullo registrar el sitial de honor en el que se está colocando nuestro emblemático Cañón del Chicamocha, actualmente es 8 en su categoría, en el certamen internacional convocado por una fundación suiza para escoger las 7 nuevas maravillas del mundo. El cierre de la votación se producirá mañana, 7 de julio, y en él se acogerán 77 bellezas preseleccionadas; el 21 de julio, con la asesoría de la UNESCO, se llegará a 21 finalistas, para que en el 2011 se produzca la definición, luego de la visita que realizarán expertos a cada una de ellas. Quienes aún no han votado, lo pueden hacer en: www.colombia.travel www.santander.gov.co y www.new7wonders.com.

Esta ocasión, en la que ha sido relevante el entusiasmo de los santandereanos, debe constituirse en motivo de reflexión acerca del real sentido de nuestros bienes y valores, la importancia de preservar nuestras riquezas naturales y el desarrollo de su potencial turístico, pues además de los beneficios sociales que trae, es expresión cultural de apertura y medio privilegiado de comunicación que permite mostrar “nuestro mejor nosotros”. Los valores culturales se reafirman cuando los otros los reconocen e identifican.

Y a propósito de votaciones, resultó muy justa la escogencia que hicieran los santandereanos para que nuestra gloria musical, el maestro Alfonso Guerrero García, reciba homenaje nacional, el próximo 20 de julio, en la segunda versión del Gran Concierto que organiza el Ministerio de Cultura.

Su presencia artística ha marcado un hito en nuestra tradición musical desde los tiempos de la Rondalla Bumanguesa, y luego con la animación de sus diferentes agrupaciones y orquestas en todos los eventos y convocatorias regionales de importancia. Virtuoso en la ejecución de por los menos 7 instrumentos musicales, es pertinente resaltar su obra de difusión cultural desde la dirección de la lamentablemente desaparecida Banda del Departamento, durante 20 años. Recuerdo su profesionalismo y consagración cuando a raíz del concurso para escoger el Himno de Santander en el año 1988, y a pesar de no ser ganadora su composición, se dedicó con entusiasmo sin igual al montaje de su primera versión oficial, a partir de la cual el himno fue calando en el corazón de los santandereanos hasta representar hoy magnífica identificación.